La goma de acacia (también denominada goma arábiga) es un exudado natural de savia recolectado en el tronco y las ramas de arbustos forestales de algunas especies de acacia. Esta savia se ha consumido tradicionalmente en las poblaciones africanas e indias para mejorar el bienestar digestivo y el tránsito intestinal.
Es una mezcla compleja de polisacáridos y glucoproteínas, unos compuestos muy especiales que no son digeribles por el organismo humano. Esta particularidad le permite escapar de los enzimas digestivos y servir así de fuente de energía para algunas especies beneficiosas de la flora intestinal (los probióticos), especialmente las bacterias del género Bifidobacterium y las que son capaces de producir ácido láctico. Por tanto, ésta responde a la definición de "prebiótico" propuesta por un equipo de investigadores: "Un ingrediente fermentado selectivamente que permite cambios específicos tanto en la composición como en la actividad de la microflora intestinal, lo que le confiere potencialmente efectos beneficiosos para el bienestar y la salud" (2).
La savia que ha servido para la fabricación de Organic Acacia procede de dos especies de acacia que responden a las exigencias de la agricultura ecológica: la Acacia senegal (L.) salvaje y la Acacia seyal Delile (3). Estas dos especies son abundantes en África sahariana (El Magreb, Mali, Sudán, etc.) y Senegal.
El exudado se produce en los troncos y las ramas cuando el árbol padece agresiones fisiológicas durante el periodo seco. La producción de goma se dispara una vez que los tejidos se encuentran en contacto con el exterior: puede tratarse de incisiones voluntarias o de heridas causadas por el viento, la sequía, las plantas parásitas o los insectos barrenadores. Después de la recolección, la savia se endurece y a continuación pasa por una depuración muy fina en forma líquida para eliminar todas las impurezas (minerales u orgánicas).
El sirope de goma obtenido es seguidamente esterilizado a alta temperatura durante un tiempo muy corto y después secado y transformado en un polvo muy soluble que se envasa en dosis.
La goma de acacia contiene entre un 90 y un 97% de fibras solubles. Éstas son elementos componentes vegetales que resisten a las enzimas digestivas salivares e intestinales, así como a la flora bucal e intestinal. Cuando éstas llegan intactas al colon, se enfrentan a más de 400 especies diferentes de bacterias que cohabitan con el hombre. Entre estas especies, algunas son capaces de utilizarlas como combustible para aumentar su desarrollo: los probióticos, conocidos por ser beneficiosos para un gran número de funciones del cuerpo humano.
Unos estudios in vitro han mostrado que, entre los diferentes géneros de bacterias que colonizan el colon (beneficiosas o patógenas), son las cepas del género Bifidobacterium las que son las más capaces de utilizar la goma de acacia para su crecimiento (4). Se trata de un género implicado en la prevención de varias enfermedades y el mantenimiento de la salud general. Esto no es todo, ya que la degradación de estas fibras provoca a su vez la producción de metabolitos, siendo éstos positivos para otras especies beneficiosas: los ácidos grasos de cadena corta , producidos por las bifidobacterias, estimulan así el crecimiento de ciertas bacterias que producen ácido láctico.
El círculo virtuoso puede incluso ir más allá, ya que, al favorecer a bacterias beneficiosas, se aumenta la capacidad de éstas para combatir las bacterias patógenas que también intentan colonizar el medio (5).
Por tanto, en teoría, estas fibras alimenticias provocan dos tipos de cambios:
La comunidad científica se interesa enormemente por las fibras solubles, especialmente por la goma de acacia o goma arábiga, para un número creciente de aplicaciones.
Todas estas aplicaciones no están unánimemente reconocidas por la comunidad científica, ya sea porque es un campo nuevo y los investigadores sólo están al comienzo de sus investigaciones, ya sea porque los estudios en cuestión a veces se contradicen, no son bastante precisos, de una calidad metodológica demasiado pobre o se interesan por grupos de población demasiado específicos.
Varios estudios (principalmente estudios in vitro (7-8)) han observado un aumento de las bacterias del género Bifidobacterium en el colon, tras la ingesta de complementos de goma de acacia.
El investigador Wyatt y su equipo (9) han estudiado la evolución del número de bacterias del género Bifidobacterium que ocupaba el colon de un voluntario antes y después de la ingesta de complementos de goma de acacia (10 g al día). Éstos constataron un aumento significativo.
El aumento fue despues confirmado en un estudio simple ciego que trataba sobre 10 voluntarios con buena salud que consumieron durante 10 días goma de acacia (10 o 15 g) o un placebo (10). Este efecto pareció más pronunciado en las personas que, al principio, tenían una cantidad de bifidobacterias menor que la media.
Las bifidobacterias inhiben el crecimiento de las bacterias patógenas, primero por su desarrollo natural, pero también por su capacidad para reducir el pH en el colon (11). Dos estudios (in vitro) (12) han mostrado la influencia potencial de la goma de acacia en el crecimiento de las bacterias del género Clostridium y en la producción de su toxina correspondiente.
Como las bacterias de tipo Bifidobacterium producen ácidos grasos de cadena corta, un aumento de estas bacterias debería lógicamente ir acompañado de un aumento de su producción.
Son ácidos grasos beneficiosos para el organismo, constituidos en un 95% por acetato, propionato y butirato. Si bien todos contribuyen a disminuir el pH del medio, cada uno juega un papel suplementario diferente:
Muchos estudios in vitro (13-14) y con animales (15-16) han mostrado que las fibras contenidas en la goma de acacia provocan un aumento de los AGCC, pero en las personas, los resultados están más mitigados. Algunos investigadores explican esta incoherencia por la dificultad para compatibilizar los ácidos grasos de manera adecuada, teniendo éstos últimos tendencia a ser absorbidos rápidamente por las células del colon.
Así pues, dos estudios (17-18) no han podido demostrar un aumento de la cantidad de AGCC tras una ingesta diaria de 25 y 6 g de goma de acacia. Por tanto, este aumento de producción no ha sido reconocido oficialmente que constituya un efecto beneficioso para la población general con buena salud.
Está reconocido que las fibras alimenticias contribuyen a reducir los aportes calóricos aumentando la sensación de saciedad: las fibras solubles se hinchan absorbiendo agua y procuran al estómago la sensación física de estar saciado (19-21).
La investigación se está centrando en las aplicaciones potenciales siguientes:
En 2001, la administración francesa reconoció oficialmente la goma de acacia como fuente dietética de fibras solubles (del mismo modo que el Psilio rubio).
Los datos de estudios clínicos mencionan una muy buena tolerancia digestiva: son raras las flatulencias, la hinchazón y otros calambres abdominales que a menudo acompañan a las fibras solubles. Esto se explica por el hecho de que la goma de acacia es degradada más lentamente por las bacterias que la mayoría de otros prebióticos y que la producción total de los compuestos de fermentación (hidrógeno, metano, dióxido de carbono) parece menos importante que para los fructooligosacáridos (22).
Para una toma de 10 g al día (es decir 2 dosis), la cantidad de heces y el peso fecal no son en cualquier caso modificados.
Se han reportado casos muy raros de intolerancia alérgica a la goma de acacia.
Como algunos estudios animales han mostrado que la goma de acacia podría mejorar el metabolismo lipídico gracias a un efecto antioxidante y provocar una mejora de la función capilar, unos investigadores se han interesado en su efecto en el índice de adiposidad visceral. Éste último es a la vez un indicador de la distribución de las grasas y del riesgo aumentado de obesidad abdominal y de hipertrigliceridemia.
El estudio (25) ha tratado sobre 100 personas que padecían diabetes de tipo 2. Entre éstas, 50 tomaron diariamente un complemento de 30 g de goma de acacia, las otras 50 se contentaron con un placebo.
El colesterol HDL (del inglés High-density lipoproteins) - a menudo denominado el "buen colesterol" - ha aumentado aproximadamente un 20% en las personas que tomaron los complementos, mientras que no evolucionó en el grupo placebo. Los triglicéridos no evolucionaron en los dos grupos, mientras que el índice de adiposidad visceral se redujo en un 23,7 % en el grupo que tomó los complementos.
Unos resultados que recuerdan las conclusiones de otros estudios (uno con personas (26) y dos con animales (27-28)), que evidenciaron un posible efecto antiobesidad de la goma arábiga. Los investigadores hacen suponer una posible mejora de la homeóstasis glucídica (29) para explicar sus resultados.
Ninguno de los autores declara conflicto de intereses en relación con la publicación de este estudio.
Dos dosis de gomas de acacia y de fructooligosacáridos (otro prebiótico) han sido probadas durante 48 horas en un sistema artificial que reconstituía el colon (el mismo pH, la misma temperatura y que contenía las cepas que se encuentran en un colon humano). Se tomaron unas muestras al comienzo del experimento y a continuación 5 horas, 10 horas, 24 horas y 48 horas después de éstas.
En el estudio, la fermentación de la goma de acacia favoreció las Bifidobacteria y Lactobacillus spp, un grupo de microbios beneficiosos (30). El efecto perduró 10 horas después, e incluso 24 horas después, lo que podría confirmar una fermentación lenta, como lo han sugerido trabajos precedentes (31). El número de bacterias patógenas Clostridium histolyticum paralelamente, disminuyó a lo largo de la fermentación, lo que corresponde a varias de las tesis ya formuladas. Finalmente, la producción de los AGCC, especialmente la del acetato, del propionato y del butirato, también aumentó. Los efectos de los fructooligosacáridos han sido comparables a los de la goma de acacia.
Ninguno de los autores declara conflicto de intereses en relación con la publicación de este estudio.
Más de treinta especies de acacias producen gomas, pero sólo las gomas producidas por Acacia senegal (goma dura) y por Acacia seyal (goma desmenuzable) son de calidad (siendo la goma producida por Acacia senegal de mejor calidad que la producida por Acacia seyal). Ahora bien, la savia que ha servido para la fabricación de Organic Acacia procede precisamente de estas dos especies y tiene la certificación de un origen 100% ecológico.
Esta calidad superior se traduce obligatoriamente en la remuneración de los productores y el precio final del producto comercializado.
Los árboles que producen goma de acacia aprecian los suelos arenosos y las temperaturas que se mantienen a valores elevados todo el año. Por tanto, no es posible producir una goma de acacia de origen europeo.
Se sitúa entre 300 y 800 kDa.
En forma de complemento, la goma d acacia se asocia a menudo con otras sustancias como el Mastic Gum (Mastic, lentisco o almáciga) o los probióticos. Las personas que deseen beneficiarse paralelamente de un efecto desintoxicante (detox) en el hígado puede recurrir al Desmo Forte™.
Los prebióticos resisten el calor, lo que por otra parte los conserva durante todo el proceso de fabricación y permite incorporarlos cualquier plato.
El gomero asegura la protección y la mejora de los suelos donde crece: su sistema radicular muy ramificado protege el suelo de la erosión y estabiliza las dunas. Además, éste contribuye a la fertilización de los suelos aportando una cantidad considerable de nitrógeno, de fósforo y de proteínas bajo su sombra. Su contribución al reciclaje de los elementos químicos ha sido objeto de varios trabajos (32-33).
La acacia es robusta: una vez practicada una escisión, el árbol vuelve a funcionar desde las primeras lluvias (34).
La producción de la goma arábiga necesita de las poblaciones rurales: los ingresos obtenidos con su recolección completan a menudo los obtenidos de la venta de algodón, de cereales y de la ganadería. Son regiones que experimenten de 9 a 11 meses de sequía biológica al año, y por eso los habitantes cuentan cada vez más con estos recursos. Y todavía más teniendo en cuenta que todas las partes del árbol pueden ser utilizadas por los agricultores (hojas, vainas y frutos), ya sea para alimentar a los animales, ya sea como combustible, ya sea como fertilizante.
Los estudios in vitro indican que la fermentación de las fibras de acacia es relativamente débil y por tanto no provocaría efectos indeseados en el consumador con buena salud 35.
El efecto parece significativo alrededor de 10 a 15 g/día (36). Un estudio aleatorizado doble ciego, con 96 voluntarios, ha mostrado que una dosis inferior a 6 g/día provocaba un aumento significativo de bifidobacterias en relación a un grupo de control. En cambio, es cierto que altas dosis pueden provocar efectos secundarios como diarrea o malestar digestivo (37).Dos dosis (2 x 5 g) aportan alrededor de un 40 % de la cantidad diaria recomendada de fibra (25 g).
Por tanto, se recomienda un consumo mínimo de 2 dosis por periodo de 24 horas, que deberá diluir en el líquido de su elección (agua o bebidas vegetales), idealmente antes de las comidas.
No, tiene certificación libre de transgénicos (OGM) y de origen ecológico. Además, es adecuado para los veganos y las personas sometidas a una dieta FODMAP.
No exceda la dosis diaria recomendada. Este producto es un suplemento nutricional y no debe usarse como sustituto de una dieta variada y equilibrada o de un estilo de vida saludable.
Conserve en un lugar fresco y seco, alejado de la luz solar directa, el calor y la humedad. Mantenga fuera del alcance de los niños.
Si está embarazada, amamantando o tiene alguna condición médica, consulte a su proveedor de atención médica antes de usar este producto.
Consulte a su proveedor de atención médica antes de usarlo, especialmente si está tomando algún medicamento u otros suplementos, ya que pueden ocurrir interacciones potenciales.