Señoras, ¿sufren de sofocos desagradables? Descubran a qué pueden ser debidos estos síntomas y cómo atenuarlos de forma natural.
Un sofoco, a veces conocido como “síntoma vasomotor”, es una sensación de calor repentina, pasajera y que la mayoría de las veces se siente en la parte superior del cuerpo (en la cara, el cuello y el pecho).
Los sofocos pueden ser ligeros, pero también muy molestos.
Los síntomas corrientes causados por un sofoco son, más concretamente:
La frecuencia y la intensidad de los sofocos son variables en el tiempo y en función de la persona afectada. Un episodio puede durar de 1 a 2 minutos, a veces hasta 5 minutos.
Entre las causas potenciales de los sofocos en general, citemos los efectos secundarios de ciertos medicamentos, los problemas de tiroides, la ansiedad, etc.
También existen factores de riesgo que pueden intensificar los síntomas vasomotores:
No obstante, en las mujeres, los sofocos frecuentemente se observan cuando se producen las variaciones hormonales del periodo premenstrual o de la menopausia (recordemos que esta etapa marca el fin de la vida reproductiva femenina y corresponde al cese permanente de las menstruaciones durante 12 meses consecutivos como mínimo).
La mayoría de las investigaciones sugieren que este tipo de sofoco femenino se produce cuando la disminución de los niveles de estrógenos hace que el termostato del organismo (hipotálamo) sea más sensible a las variaciones de la temperatura corporal , incluso aunque sean ligeras. En efecto, cuando el hipotálamo estima que el cuerpo está demasiado caliente, activa una cadena de acontecimientos para hacer que el cuerpo transpire y se refresque.
Los sofocos debidos a variaciones hormonales en las mujeres pueden producirse en cualquier momento del día o de la noche.
La mayoría de las mujeres que afirman tenerlos los sufren diariamente.
Los sofocos nocturnos suelen considerarse particularmente insoportables, especialmente debido a que interfieren con el sueño.
Como media, los sofocos asociados al inicio de la menopausia persisten durante 7 años, pero algunas mujeres los sufren durante más de 10 años .
La mayoría de las mujeres afectadas por lo general dejan de sufrirlos una vez pasados los 65 años. No obstante, tenga en cuenta también que no todas las mujeres tienen sofocos en la menopausia.
Para minimizar la frecuencia o la intensidad de los sofocos femeninos debidos a la menopausia, puede recurrir a diversos métodos naturales:
Ante todo, si tiene sofocos, asegúrese de mantenerse fresca. Lleve ropa más ligera y transpirable y no dude en refrescarse utilizando toallas frescas, pulverizadores de agua…
Asegúrese de seguir una dieta variada y equilibrada, evitando los alimentos picantes, las bebidas calientes, el alcohol y el tabaco, que pueden contribuir a los sofocos.
Haga ejercicio con regularidad para favorecer su bienestar general y aprenda a relajarse.
Los fitoestrógenos
Los fitoestrógenos son compuestos naturales presentes en ciertas plantas, como el trébol rojo, la soja y las semillas de lino.
Sin ser sustitutos perfectos de los estrógenos endógenos, estos compuestos de estructura química similar pueden unirse a los receptores estrogénicos y ejercer una actividad estrogénica, lo que compensa la disminución de los niveles de estrógenos asociada a la menopausia.
Por lo tanto, parecen reducir eficazmente los sofocos en algunas mujeres. Se encuentran en particular en forma de crema con un alto contenido en fitoestrógenos (1).
En la menopausia, además de una disminución de sus niveles de estrógenos, las mujeres experimentan una disminución de sus niveles de progesterona.
Los complementos que contienen fitoprogesterona, que suelen proceder de una planta conocida comoñame silvestre, ayudan a compensar esta carencia de progesterona y por tanto pueden contribuir a evitar los sofocos (2-3).
Descubra por ejemplo nuestro spray de progesterona natural o nuestra crema de progesterona natural.
Un metaanálisis reciente ha demostrado que la vitamina E antioxidante, combinada con omega 3, puede reducir la intensidad de los sofocos, en comparación con un placebo (4).
La salvia se utiliza tradicionalmente para aliviar los sofocos. Varios estudios sugieren que podría reducir la frecuencia y la intensidad de los sofocos (5).
Menos conocido es el hecho de que la hierba de San Juan, además de utilizarse para mejorar el estado de ánimo, se estudia cada vez más por sus efectos potenciales para los sofocos (6). No dude en pedir consejo a un médico antes de tomar suplementos.
Referencias
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