La fórmula probiótica Lactoxira ha sido diseñada basándose en los avances más recientes en neurobiología: actualmente se sabe que los microorganismos que habitan en nuestro tubo digestivo se comunican con el cerebro (mediante la síntesis de neurotransmisores y la liberación indirecta de sustancias de señalización celular) y que éstos influyen en nuestros estados de ánimo, nuestros pensamientos y nuestros comportamientos.
Este descubrimiento capital revoluciona el tratamiento de las personas víctimas del desánimo, de la depresión o de trastornos del estado de ánimo, en las que la salud de la flora intestinal está generalmente muy alterada.
La fórmula probiótica Lactoxira está dirigida a todas las personas que padecen trastornos del estado de ánimo y de la motivación:
Lactoxira se dirige también a las personas cuyos hábitos de vida pueden perjudicar su estado psicológico (consumo de tabaco, exposición al estrés, exceso de alcohol, envejecimiento, falta de actividad física, falta de sueño, tratamiento antibiótico, carencias nutricionales, especialmente las relacionadas con las vitaminas D, B6, B12 y B9, etc).
Los probióticos son microorganismos vivos capaces de influir positivamente en la microflora intestinal (1). Han sido relacionados con numerosas mejoras de la salud (relativas a los trastornos digestivos (2), especialmente con el síndrome de intestino irritable (3-4), y con su capacidad de disminuir la tensión arterial (5) o de reducir el riesgo de eczema… (6)), pero las perspectivas terapéuticas parecen estar todavía muy abiertas.
Estos últimos años, numerosos trabajos han revelado el inmenso potencial de los probióticos para mejorar los trastornos del estado de ánimo y atenuar la depresión. (7). Los investigadores han comprendido que los trastornos de tipo depresivo eran en realidad desórdenes psico-neuro-inmunológicos y que la administración de probióticos podía mejorar su estado. Se han descubierto dos mecanismos de acción.
Éste es uno de los descubrimientos más impactantes de los últimos años: las bacterias intestinales pueden comunicarse con el cerebro a través del nervio vago (se habla de eje microbioma-intestino-cerebro (8)).
Lo que es todavía más asombroso, es que éstas son capaces de producir neurotransmisores idénticos a los que se encuentran en el cerebro (9). Varias cepas de Lactobacilli y Bifidobacteria secretan GABA (10), que es un neurotransmisor inhibidor cuya producción está considerablemente ralentizada en caso de depresión y de ansiedad (11).
Otras especies bacterianas también fabrican acetilcolina (un neurotransmisor implicado en la memoria, la concentración y el estado de ánimo (12)) y serotonina (un metabolito del triptófano implicado en la modulación del estado de ánimo (13)).
Estos descubrimientos explican por qué la flora intestinal a partir de ahora se considera un órgano endocrino virtual, capaz de influir en el sistema nervioso central a través del eje microbioma-flora-cerebro. Además, unos trabajos han mostrado que la utilización de probióticos aumenta los niveles de ciertos neurotransmisores en el córtex frontal, reduciendo así los síntomas de la depresión (16).
El segundo mecanismo de acción de los psicobióticos se basa en su capacidad de disminuir los niveles de inflamación. Los investigadores ya habían observado que los niveles de muchos marcadores de la inflamación eran anormalmente elevados en las personas deprimidas (17-19), pero no han sabido establecer la relación con la flora intestinal.
Actualmente, se sabe que los probióticos actúan contra la inflamación limitando la expansión de las bacterias patógenas en el intestino delgado, reforzando la barrera intestinal, reduciendo la translocación bacteriana (20) y disminuyendo el número de citoquinas inflamatorias y de sustancias tóxicas que circulan en el organismo.
Gracias a estas múltiples acciones contra la inflamación, los probióticos permiten mejorar los trastornos del estado de ánimo (21-23). Además, dos ensayos controlados aleatorizados realizados con personas han confirmado estos beneficios psicológicos (24-25).
¿Son los probióticos eficaces para tratar la depresión?
"Una combinación de varias cepas de probióticos (Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus casei y Bifidobacterium bifidum) disminuye ligeramente los síntomas de depresión y de ansiedad." - La AAFP (https://www.aafp.org/afp/2018/0315/od2.html).
La fórmula probiótica Lactoxira se compone de las cepas más estudiadas por la investigación en el marco de la salud mental y de los trastornos del estado de ánimo. Ésta se basa en el último metaanálisis publicado de 25 estudios animales y 15 ensayos clínicos humanos (26):
Algunas de estas cepas son capaces de resistir la acidez del estómago (si no, no sería útil comer yogures o beber kéfir), pero para maximizar su supervivencia y garantizar la máxima eficacia de la fórmula, SuperSmart las envasa en cápsulas gastrorresistentes que las liberan en el lugar donde éstas deben actuar: en el intestino. Efectivamente, el número de microorganismos que llegan vivos hasta este lugar es decisivo para la potencia de su alcance. Ésta es también la razón por la cual una dosis de Lactoxira contiene más de 100 mil millones de bacterias (CFU) (del inglés Colony Forming Units – Unidades formadoras de colonias).
Para aumentar todavía más su eficacia, SuperSmart ha añadido a la formulación Lactoxira una proporción ideal de prebióticos. Estos compuestos naturales, no digeribles por las personas, permiten que los probióticos se desarrollen y colonicen más fácilmente el tracto digestivo.
Hay numerosas razones para consumir probióticos para mejorar la salud psicológica, pero si sólo hubiese que quedarse con cinco, éstas son las que elegiríamos:
Se sospecha desde hace décadas que la microbiota juega un papel decisivo en la constitución de nuestros estados de ánimo (en 1863, Ludwig Andreas Feuerbach ya afirmaba que "el hombre es lo que come"), pero, sin embargo, faltaba probar científicamente la realidad de esta actividad.
Unos ensayos realizados con animales en laboratorio han permitido en primer lugar modificar los comportamientos de las especies seleccionadas añadiendo probióticos a su alimentación: De esta forma se ha podido constatar que ciertas clases de probióticos podían hacer a los animales más agresivos, mientras que otras tenían propiedades tranquilizantes.
Estos primeros resultados concluyentes han incitado a los investigadores a probar su hipótesis en personas ansiosas, depresivas o sometidas a un estrés crónico. Los resultados han sido igualmente concluyentes. Así pues, tras varios ensayos clínicos, ha sido posible aislar el conjunto de las cepas que han resultado ser las más activas en ese ámbito, para combinarlas en una fórmula probiótica de última generación.
¿Desea usted maximizar los efectos de Lactoxira? A continuación, presentamos un plan de acción para llevar a cabo paralelamente a su ingesta de los complementos.
Para ello en primer lugar hay que aumentar progresivamente los aportes de fibras alimentarias: cuanto más elevados son éstos, más disminuye el riesgo de depresión (29). Éstos son materiales digeribles únicamente por las bacterias beneficiosas: por tanto, consumirlos permite favorecerlas a expensas de los organismos patógenos. Se encuentran en prácticamente todas las frutas y verduras frescas, así como en los cereales integrales.
Por otra parte, numerosos trabajos muestran una relación inversamente proporcional entre el consumo de alimentos ricos en ácidos grasos omega 3 y la depresión (30). De tal forma que varios investigadores recomiendan a las personas deprimidas que aumenten su consumo semanal de pescado graso o que opten por tomar complementos de ácidos grasos omega 3 (de 1 a 4 g al día de EPA/DHA (del inglés eicosapentaenoic acid - ácido eicosapentaenoico / docosahexaenoic acid - ácido docosahexaenoico) (31-32).
Finalmente, es importante aumentar los aportes de vitaminas del grupo B (sobre todo el ácido fólico). Las carencias de vitaminas B son características de personas depresivas (33-35). Estos nutrientes juegan un papel importante en la síntesis de los neurotransmisores que influyen en el estado de ánimo (especialmente la serotonina).
Durante la intervención, sería oportuno acostarse antes procurando favorecer una mejor calidad del sueño. También es un periodo propicio para emprender nuevos proyectos, para la apertura a sus allegados y para el reconocimiento de sus miedos.
Varios estudios (36-37) han mostrado que los masajes provocan una mejora del estado de ánimo y del sueño mediante una liberación suplementaria de serotonina.
La actividad física es indispensable para el equilibrio mental. Los cambios metabólicos que ésta provoca optimizan el funcionamiento del cerebro y especialmente del estado de ánimo (38-39). Para sentirlos, es necesario practicar una actividad física de treinta minutos como mínimo cinco días a la semana. Si éste es ya su caso, sería oportuno aumentar sensiblemente la intensidad o la duración de sus actividades.
También es posible combinar Lactoxira con otros complementos alimenticios como SAM-e, una molécula natural que juega un papel decisivo en el metabolismo de los neurotransmisores, o como St John's Wort Extract, a condición de que su utilización esté bien supervisada (la planta interactúa con numerosos medicamentos y numerosas sustancias).
Lactoxira, diseñada a partir de los últimos trabajos científicos, permite hoy en día lo impensable: mejorar su salud psicológica influyendo en la composición de su microbiota y optimizando la comunicación intestino-cerebro.
No exceda la dosis diaria recomendada. Este producto es un suplemento nutricional y no debe usarse como sustituto de una dieta variada y equilibrada o de un estilo de vida saludable.
Conserve en un lugar fresco y seco, alejado de la luz solar directa, el calor y la humedad. Mantenga fuera del alcance de los niños.
Si está embarazada, amamantando o tiene alguna condición médica, consulte a su proveedor de atención médica antes de usar este producto.
Consulte a su proveedor de atención médica antes de usarlo, especialmente si está tomando algún medicamento u otros suplementos, ya que pueden ocurrir interacciones potenciales.