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También conocido como ácido octanoico, el ácido caprílico es un ácido graso saturado, de cadena lineal media con ocho átomos de carbono (C8: 0). Está presente de manera natural en la leche materna, las leches de animales (vaca, burro, cabra) y en determinados aceites vegetales (aceite de coco, de palma) y se ha utilizado ampliamente con fines cosméticos antes de que se le reconocieran propiedades beneficiosas como complemento nutricional.
Potentes Propiedades Antifúngicas y Antibacterianas
Aunque fue descubierto en el siglo XIX por el químico francés, Jules Buis, sólo hace unos cincuenta años que se conocen los beneficios del ácido caprílico sobre las afecciones fúngicas. Se utiliza ampliamente para frenar la proliferación de levaduras saprófitas en el aparato intestinal, como la Candida albicans, responsable de una infección muy frecuente, en especial en las mujeres. La proliferación de este hongo levuriforme se conoce con el nombre de candidiasis, muy persistente y resistente a los tratamientos y que tiene un impacto negativo sobre el organismo que le sirve en ese momento de anfitrión.
De manera general, una candidiasis intestinal genera diversos síntomas: indigestiones, dolores abdominales, colon irritable, cansancio, dolor de cabeza, etc.
También puede manifestarse en la piel, la boca (candidiasis bucal) o en los órganos genitales (candidiasis vaginal y vulvovaginitis).
La toma por vía oral de caprilato de sodio (la sal sódica del ácido caprílico) permite disgregar las levaduras de las paredes celulares e impedir así su supervivencia, lo que hace posible controlar su proliferación y favores el desarrollo en paralelo de una flora intestinal sana.
Este ácido graso de cadena media es liposoluble por naturales y penetra fácilmente en las bacterias recubiertas de lípidos, como es el caso de los estreptococos responsables de las anginas, las salmonelas que producen gastroenteritis y la Escherichia coli que puede causar intoxicaciones alimentarias.
A fin de combatir de la mejor manera posible una candidiasis, es preferible reducir drásticamente el consumo de alimentos que favorecen el crecimiento de las levaduras (al azúcar en todas sus formas, los alimentos y bebidas fermentados, los quesos) y añadir un completo con la dosis suficiente de ácido caprílico, a razón de entre 450 y 1350 mg al día, con las comidas.
Una Total Tolerancia
El caprilato de sodio se tolera bien en el ámbito digestivo y solo se han notificado efectos secundarios poco frecuentes (náuseas o ardor de estómago que desaparecen rápidamente).
ADVERTENCIAS
No exceda la dosis diaria recomendada. Este producto es un suplemento nutricional y no debe usarse como sustituto de una dieta variada y equilibrada o de un estilo de vida saludable.
ALMACENAMIENTO
Conserve en un lugar fresco y seco, alejado de la luz solar directa, el calor y la humedad. Mantenga fuera del alcance de los niños.
EMBARAZO Y CONDICIONES MÉDICAS
Si está embarazada, amamantando o tiene alguna condición médica, consulte a su proveedor de atención médica antes de usar este producto.
INTERACCIONES
Consulte a su proveedor de atención médica antes de usarlo, especialmente si está tomando algún medicamento u otros suplementos, ya que pueden ocurrir interacciones potenciales.
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