Originario de Sudamérica, el guaraná es el preferido de la farmacopea para el adelgazamiento. ¡Con razón! El guaraná es una planta adelgazante reconocida (varios estudios han mostrado su eficacia para la pérdida de peso) gracias a su riqueza en cafeína (hasta un 4,5% mientras que los granos de café se limitan a un 2%), que activa el metabolismo y por tanto la combustión de las grasas. En cambio atención a los riesgos de sobredosificación.
Este estimulante (el mate contiene cafeína) nos llega directamente de América Latina, donde es ampliamente consumido en infusión, especialmente por sus virtudes energéticas. El mate es un aliado de elección en el marco de un régimen de adelgazamiento gracias a sus funciones glucogenolítica (capacidad para disolver el azúcar) y lipolítica (capacidad para disolver la grasa).
Esta florecilla que crece en los prados europeos se lleva utilizando mucho tiempo como planta medicinal. Pero es también especialmente interesante en el marco de un programa de adelgazamiento. Drenante y depurativa, participa en la eliminación de las toxinas y ayuda a eliminar la celulitis y la grasa incrustada en los tejidos.
¡Es el rey de los supresores del apetito! Extracto de la raíz del Amorphophallus konjac, una planta cultivada y consumida en Asia desde tiempo inmemorial o casi. El konjac se presenta (entre otras formas) en forma de polvo y tiene el poder de absorber hasta 100 veces su volumen de agua. Es suficiente tragar 1 g (preferentemente ½ hora antes de las comidas) para beneficiarse de su sorprendente efecto de supresión del apetito.
El té verde contiene teína, una substancia activa (como la cafeína) conocida porque ayuda a la lipólisis – dicho de otra manera, a quemar grasas – del organismo. El té verde contiene también polifenoles (especialmente catequina) que limitan la absorción de los lípidos.
Incluso si el agar agar no es una planta en el sentido común del término (es un alga), ésta ocupa un buen lugar entre los aliados de la línea, especialmente debido a su muy alto contenido en fibras solubles que se inflan en el estómago, juegan con la saciedad, y “atrapan” las grasas y los azúcares.
Este drenante superpotente no tiene parecido para estimular las funciones renales. Así pues, participa en la pérdida de peso combatiendo la retención de agua y estimulando las funciones digestivas.
Utilizado desde hace mucho tiempo en fitoterapia en caso de trastornos cardíacos, el espino blanco es menos conocido por ser una planta adelgazante. Sin embargo, las bayas de espino blanco activan la degradación de los lípidos y participan de esta manera en la eliminación de las grasas.
Esta pequeña planta de flores malva que cubre los caminos es conocida porque cuida las pieles problemáticas. Pero la raíz tiene otras propiedades. A sus acciones depurativa y drenante, se une la propiedad de regular el nivel de azúcar en la sangre.
El diente de león es un excelente diurético, indicado perfectamente para las personas que retienen agua y se sienten “infladas”. También es un desintoxicante muy bueno que ayuda a eliminar mejor los desechos. Por último, el diente de león es conocido por ayudar a la digestión. Una baza suplementaria para un efecto “vientre plano”.
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Se le atribuyen propiedades drenantes, quemagrasas, desintoxicantes, inhibidoras del apetito... En resumen, se le atribuyen numerosas virtudes, sobre todo por su alto contenido en catequinas, unos potentes flavonoides. ¿Funciona o no el té verde para adelgazar?
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