El malato de dimagnesio, una forma patentada de magnesio, está compuesta de una molécula de ácido málico a la que se unen dos moléculas de magnesio y constituye una excelente fuente de magnesio y de ácido málico, con una elevada biodisponibilidad.
Además, puesto que el malato no reacciona con los ácidos gástricos, no perturba el funcionamiento del sistema digestivo como pueden hacerlo en ocasiones otras formas de magnesio.
El magnesio se encuentra en cantidades significativas en todo el cuerpo y se utiliza en numerosas reacciones, incluidas la relajación muscular, la coagulación sanguínea y la producción de ATP, la principal molécula de energía del organismo. Esta se produce a lo largo del ciclo de Krebs, el principal ciclo bioquímico de producción de energía en las mitocondrias celulares. El ácido málico, un constituyente natural de numerosas frutas y verduras, pertenece al grupo de los alfahidroxiácidos. También se sintetiza en el organismo en el ciclo de Krebs y está igualmente implicado en la producción de energía.
La acumulación de aluminio en los tejidos nerviosos es probablemente el responsable de graves trastornos y desempeña claramente un papel nada despreciable en la aparición de patologías como la enfermedad de Alzheimer o la enfermedad de Parkinson. En el cerebro, el aluminio destruye la estructura neuronal y les hace padecer hambre al eliminar el magnesio de la tubulina, una glucoproteína responsable de la fabricación de los microtúbulos indispensables para su necesaria rigidez. Un bajo consumo crónico de magnesio se asocia a un aumento de los niveles de depósitos tóxicos de aluminio destructores de los microtúbulos.
El ácido málico atraviesa fácilmente la barrera hematoencefálica y se une al aluminio en el cerebro, lo que evita una acumulación indeseable de dicho metal. Además, el malato de magnesio es un excelente quelatante, y al intercambiar su magnesio por el aluminio, elimina el aluminio del organismo dejando disponible el magnesio para las neuronas.
En la fibromialgia, una enfermedad común que afecta principalmente a mujeres de unos cincuenta años, se encuentran deficiencias relativas a la vez al magnesio y al ácido málico. Diversos estudios han mostrado que un complemento de malato de magnesio alivia los síntomas de esta enfermedad y a las 48 horas aparecen mejorías de la mialgia. Una de estas mejorías ha demostrado así que 1200 mg de ácido málico asociados a 300 mg de magnesio ingeridos dos veces al día entre dos y seis meses mejoraban de forma importante los niveles de energía y la función muscular, reduciendo los registros de dolor de pacientes afectados de fibromialgia.
No exceda la dosis diaria recomendada. Este producto es un suplemento nutricional y no debe usarse como sustituto de una dieta variada y equilibrada o de un estilo de vida saludable.
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